- ¿Lo dijo en serio?
- No lo sé, yo estoy dispuesta a ayudar en lo que pueda, pero continúo en la agencia.
- A mi me encantó la idea.
- Hola, Matilde, estábamos hablando de ti. Ven a casa, está Lola.
Y cuando llegué, entre Lola y yo, convencimos a Olivia de que no era la última siempre en enterarse de todo, de que Paulina no la dejaba nunca de lado, de que no la considerábamos una rubia tonta y mimada, de que contábamos con ella, y de que casi todas las tonterías que estaba diciendo eran consecuencia de las hormonas ...
Ya riéndose, hablamos de lo tortuosa y divertida que llega a ser la vida, al mismo tiempo. De que siempre nos están pasando cosas inverosímiles y que no sabemos a que lado se encuentran, la comedia o la tragedia. Hablamos de la forma que tenemos de afrontarlo, de la experiencia, de la seriedad de la insensatez, de que siempre tenemos otro concepto de todo, ... Que la realidad supera a la ficción, incluso en la torpeza. Que cada una tiene sus escudos y los utiliza. Y decidimos, sin querer y sin pensar demasiado, que sólo podía llamarse Blonde Concept.