sábado, 12 de diciembre de 2009

Nueve

-Te ha llamado Frank. Dice que es urgente.


-Gracias, algo más?

-Sí. El jefe está esperándote en tu despacho.



Mierda. Llego tarde, me pilla y además, el viernes salí con prisa y no recogí mi mesa. A saber que papeles estará leyendo y lo que dirán sobre él y/o sobre su descendencia.

Es una manía mia. Mientras hablo por teléfono, garabateo compulsivamente en un papel y, curiosamente, cuando después lo leo, tiene coherencia y ha supuesto algo así como un desahogo y una organización de ideas dispersas. Pero el viernes estaba estresada y mosqueada.

Me palpita fuerte el corazón y abro la puerta de mi despacho con decisión, no sin antes respirar profundamente un par de veces.



-Hola, reina!!! –Me escruta de arriba abajo, con mirada de aprobación y algo de perplejidad cuando llega a mis Martens- Tenías que haberme avisado.

Ya está. A saber que ha leído.

¿De qué tenía que haberle avisado?

¿De que su hijo-robaplanos me tiene harta? Eso lo sabe desde hace muchos años. Nadie se separa de otro, digan algunas pedantes lo que digan, que no haya llegado al límite del hartazgo.

¿De que cuando su hijo tuviese otro hijo pasaría de los míos? Si se lo hubiese dicho, ¿Qué hubiera hecho? ¿Prohibirle procrear con su nueva mujer? Pues no sé entonces que haría con ella: ¿reírse? No; ¿hablar? Tampoco; Ja.

¿De qué a los fines de semana con su padre mis hijos los han apodado “comidacenaencasadelosabuelosmientras papacambiapañalesalbebe”?



O peor aun (recojo rápidamente todos los folios que pueblan mi mesa, pero intento leer algo mientras lo hago, para saber lo que se me viene encima) … Dios, peor aun seguro …



¿De qué su hijo la tiene microscópica? Siempre puedo decir que me refería a … a … su imaginación … Qué poco creativa estoy cuando me meto en lios!!!



¿De qué tengo planeado cenar el viernes con un tío de 26 años? Eso sería realmente embarazoso, como iba a avisarle? Ya sé!!!!!!! Quiere que le avise de que me he vuelto loca y tiene que ocuparse de sus nietos.

Postit mental: recoger SIEMPRE los garabatos, cuando me vaya a casa y también cuando llamen a la puerta.

domingo, 29 de noviembre de 2009

Ocho

Camino rapidamente por el portal. Siempre se me hace tarde. Y no puedo culpar al tráfico como hacen los demás, no cuela. No sé si para bien o para mal (pero sospecho que para fatal) mi jefe es mi exsuegro, abuelo de los angelitos que me ponen cara rara cuando les digo que no me puedo entretener porque llegaría tarde al trabajo.


-Le dices al abuelo que has tenido que coser mis pantalones de gimnasia.

-Mamá, pero si es el abuelo!!! Dile que has tenido que firmarme la autorización para la excursión.

Y no acaba ahí la cosa. Que mis hijos vean a su abuelo como el chollojefe, es normal, pero que todo el mundo piense que mi trabajo es un entretenimiento, no. Eso no.

Y como iba diciendo, sabe perfectamente que si llego tarde, es porque salgo tarde, ya que vivo encima de la galería, en el piso que nos cedió a su hijo y a mi cuando nos casamos. Lo cual también hace que sea yo la que debe ocuparse de cualquier imprevisto, a cualquier hora:

-Matilde, abres tú el martes a las 6,00 (am) para que descargue el camión .

-¿Matilde, no oyes que está sonando la alarma? Nos ha llamado la empresa de seguridad -No, no lo oigo porque NO ESTOY EN CASA y sí, SÍ, YA VOY-.

Y eso no es lo que más me molesta. Con lo que no puedo es con la falta de importancia que se da a cualquier cosa que tenga que ver con mi trabajo. Odio la coletilla que sigue a la petición: Ya que estás ahí, no te cuesta nada.



Pues sí que me cuesta.

Si tengo que poner el despertador a las 5, 15 de la madrugada y bajar a la calle a esperar a que llegue una colección, no estoy en la cama. Y no es lo mismo.

Si tengo que salir de un restaurant nada más haber empezado el primer plato, tomar un taxi, apagar una alarma, hablar con la voz que sale del techo y repetir palabras sin sentido y números clave, y volver al restaurant … No es lo mismo.

Creo que es una treta de los pidefavores para no deber nada a nadie. Y estoy harta.

Vaya. Ya llego enfadada a trabajar.

Siete

Cuando llego a la cocina para prepararme el “desayuno” (un café con poca leche), encuentro a Sasa esperándome con una taza, mi taza, en la mano.


En casa, a esta hora, cada uno va a la suya. Nadie se ocupa de los demás. Es un orden caótico, pero un orden. Un extraño engranaje de mochilas, carpetas, pantalones y migas, que funciona.

Por eso me sorprende su sonrisa sobre mi taza, que además, contiene mi café, … Me doy un beso en mi pelo que en ese momento también aplasta su mejilla mientras murmuro:

-Asias, nos días.

- Buenos días, Mamá.

Y cuando he ido hasta el salón, he puesto las noticias en la tele y he bebido media taza, me pregunta:

-¿Ya puedo hablarte?

Rio y me acomodo en el sofá, esperando escuchar una lista de amigos que están emocionadísimos por ir a nosedonde a ver noseque y una lista de padres que solo lo permitirán si van acompañados por un adulto responsable, …

Pero no. Está seria y contenta a la vez. Ups. Tarda horas en empezar a hablar.

Ok, no son horas, pero me lo parecen.

Segundos, varios, seguro que si.

Me ha dado tiempo a imaginarme todo tipo de circunstancias horrorosas (una boda a los 16, que deja los estudios y se dedica a la música, que ha sentido la llamada de la vocación e ingresa en un convento, …) y la cara que me pondría el mamón de su padre cuando se las contase.

Por fin, empieza a hablar:

-Hay un programa de intercambio en el colegio, ya lo sabes!!! Otros años no te he dicho nada porque no hubiera podido alejarme de Alex pero este año … Me he apuntado!!!!!! Te parece bien??? Dime que sí, dime que sí!!!! Me vendrá bien estar sola fuera. Tú lo hacías a mi edad. Y cuando eras mucho más pequeña que yo!!!!!!!!! Además, voy con mis compañeros del colegio.

-Por supuesto, Sasa. Me parece fenomenal. ¿Era sólo eso? –Pregunto aliviada sosteniéndome las rodillas, que aun me tiemblan. Alex no me caía mal.

domingo, 8 de noviembre de 2009

Seis

Acompaño a Olivia a casa. Al entrar me asaltan los recuerdos de cuando Javier y yo todavía vivíamos juntos. De cuando todavía éramos una pareja, de cuando nuestro matrimonio parecía que funcionaba, de cuando los niños eran pequeños … El olor a jabón, agua caliente y colonia … Los olores es lo que me trae más recuerdos, … Si necesitasen devolverme la memoria en algún momento de mi vida, la hipnosis no sería el camino. Por favor, Aromaterapia Positiva. Nada de olores a quirófano y demás momentos poco agradables.


El Suizo aparece fugazmente para saludarnos (las mangas de la camisa dobladas, los brazos todavía húmedos y un copo de espuma en el flequillo) y vuelve a la batalla que se libra en el cuarto de baño. Tras una sonrisa y un beso, sigo diseccionando esos recuerdos que, de repente, se han levantado y se están desperezando en mi cabeza. Es como si estuviesen ahí escondidos, anestesiados, crionizados, y se hubieran visto descongelados. Con la energía que les ha dado tantos años de placentero descanso están haciéndose café y estirándose en mi lóbulo temporal. Pero al entrar Oli y preguntarme “¿En que estás pensando?”, en lugar de confesarle que he sufrido una invasión de Recuerdosmatrimonialesfelices, le digo “Cañón de Marido que tienes!!!!!!” (lo cual también es verdad, y hubiera ocupado el segundo lugar de mis pensamientos en ese momento si los insurrectos hubieran dejado espacio para algo más) y ella ríe a carcajadas mientras sopla sus uñas y les saca brillo con el hombro de su camisa.

domingo, 1 de noviembre de 2009

Cinco

Dong.


Nos miramos. El sonido del timbre nos hace volver … Regresar y abandonar el pequeño piso de Estambul.

Reimos y corremos hacia la puerta. Corre hacia la puerta, … mientras mis calcetines resbalan contra el suelo, … intento evitar la caída … tiro la caja de cds que estaba en la mesa … y acabo cayendo de espaldas encima del cesto donde reposan los candelabros, llenos de elementos puntiagudos, que esperan ser colocados algún día …

OLI, grito todavía en el suelo-cesto, cuando se abre la puerta. Parece que todas hemos pensado lo mismo. Pero Oli ha sido más práctica y aparece tras una torre de tuppers que casi se desmorona cuando me ve tirada entre cristales, velas y pinchos.

Ya somos tres. Guay!!!!!!!!

Mientras avanza hacía la cocina nos cuenta que ha dejado a los niños con El Suizo, que estaban viendo por decimosexta vez El Rey León (la paciencia de ese hombre es inagotable) y, una vez conquistada la cocina, empieza a sacar comida de verdad de los recipientes. Tengo que decir a su favor que sólo yo pude darme cuenta de la mueca de susto que puso cuando miró alrededor, que sólo duró dos milésimas de segundo, que sólo un agente especial preparado para ocultar las emociones hubiera sido capaz de evitarla …Y que lo que había preparado era más que un almuerzo, era un mimo y eran alimentos sanos de casa con niños. Sabemos que pronto se organizará, recogerá, limpiará, y que ese día Lola habrá vuelto a saber quien es y será ella la que vaya a visitarnos y hará de tía adolescente con nuestros hijos, a pesar de tener la misma edad que nosotras, y les contará historias y se llevará a Sasa a la peluquería, … Y volverá con algo en el pelo que yo no le hubiera dejado hacerse, … Y comprará a los hijos de Oli todas las porquerías de colores llenas de azúcar que harán que no cenen, … E irá a casa de Pau y nos contará entre risas como le ha desorganizado el orden de las baldas de la nevera.

Cuatro

Cuando llego a casa de Lola me abre una versión post-viajeenmoto de mi amiga. El liso flequillo es una cresta horizontal y tiene los ojos hinchados. Prefiero no preguntar si el motivo son demasiadas horas de sueño (poco probable) o muchas horas de llanto. Sonrie y me dice, mirando la botella de vino blanco que porto cual trofeo, que sólo olerlo le haría vomitar. Queda claro: ni llanto ni sueño, … copas y peli en la recién instalada tele de su nueva casa.


El salón es un rastrillo de cajas y objetos de sus muchas vidas ya dejadas atrás. Lola ha cambiado de residencia tantas veces que mi forma de referirme a alguna época es: cuando Lola vivía en San Francisco, cuando Lola estaba con el francés en Niza, cuando Lola no volvió de Portugal … La última ha sido un año y ocho meses en Estambul. Y siempre vuelve con el corazón hecho pedazos y la autoestima en una caja que tarda meses en desembalar.

Sin embargo, su humor es genial esta mañana. Relata cínicamente como un día llegó a su casa y se encontró con Orhan (así se llama el capullo) esperándola, sentado en el sofá … en uno de esos escenarios domésticos que nos hacen ver el tsunami que se avecina, como si salieran burbujitas de la maleta con la que un día llegamos …

-Ha sido maravilloso -(Como que ha sido, yo creía que ES maravilloso) – y nunca olvidaré el tiempo que has pasado a mi lado –(Como lo vas a olvidar, si estaré AQUÍ cada mañana cuando despiertes?)- pero debes entender que llevamos meses distanciados –(MESES DISTANCIADOS? Si ayer mismo me dijiste que me adorabas, si la semana pasada sonreíste cuando tu madre preguntó si íbamos a tener un bebé y dijiste que cuando yo estuviera preparada, si hemos hecho el amor cada noche de estos JODIDOS MESES que según tú nos estabamos distanciando) …

Y se hizo la luz.

-Has conocido a otra.

Silencio.

No le costó mucho hilvanar la historia. Ni Orhan se tomó demasiadas molestias en ocultarla. Era como si fuera una persona diferente. Se acabó la farsa. Cayó el telón … y así soy cuando no hay focos. Estaba deseando perderme de vista, dijo Lola, pero lo hizo riendo.

Había conocido a una americana, se habían enamorado y se iban a casar (Más de un año y medio viviendo conmigo y en una semana era capaz de decidir cambiar todo eso que habiamos construido juntos para casarse con ella??? No entiendo nada). Irían a vivir a Estados Unidos, a una pequeña población de Tennessee (Sí entiendo todo) … y demás vaguedades …



Orhan le había propuesto a Lola venir a vivir a España desde el mismo momento en que se conocieron. Ella, en prueba a su amor, le dijo que sería mejor continuar allí para que él no tuviera que abandonar todo y renunció de nuevo a su cómoda vida en Madrid. Y ese había sido su error, doble error. Y el principio que marcó el fin.

martes, 20 de octubre de 2009

Tres

No tengo muy claro como va eso de los refranes en otras familias pero, en la mia, se cumplen siempre. Aunque debo decir que lo hacen a "nuestra manera". Ninguno de los refranes que se dicen en casa son fieles a su edición habitual, y en muchos casos, ni siquiera existen fuera de nuestro torrente sanguineo. Recuerdo que cuando no sabía esto, me veía rodeada de caras desconcertadas cuando soltaba alguno, y no entendía nada ... Hoy (sí, los sigo soltando), ya sé porque me miran de esa manera.




Como decía, se cumplen siempre y como "No por mucho madrugar, amaneces depilada", llego 10 minutos tarde a la soleada terraza donde he quedado con Pau. Espero que encuentren de una vez el tesoro que están buscando en Madrid y sólo tengamos los atascos normales. Me espera. Impecable como siempre, con el pelo brillante, tacones, y ropa que, si no conociera de otras veces, juraría que acaba de ser estrenada. Yo parezco un gremlim.



Que Pau haya llegado antes que yo es normal. Hemos quedado a 5 minutos andando de su casa (y a 7 de la mia si no hubiera tenido que llevar a los "niños"), pero su capacidad para estar siempre tan ... ¿cómo lo diría? ¿pulida? ... todavía me asombra despues de tantos años. Y sabiendo que trabaja mucho, quizá demasiado. Incluso más que yo. Tambien es verdad que vive sola y puede invertir todo el tiempo que yo derrocho (recogiendo ropa del suelo en los cuartos de Sasa y Alonso y preparando cenas que no provoquen un conflicto interdoméstico) en separar su ropa antes de poner la lavadora y en aclararse y secarse el pelo. Aun así, se lo comento, y lo hago sonriendo. Sé que viene bien saber que los demás ven y reconocen tu esfuerzo.



Hablamos de la vuelta de Lola y la defiendo en un acto de lealtad innecesario, como queriendo reparar todo lo que le dije a ella ayer. No hace falta, Pau está y estará siempre a su lado, como yo, sólo se preocupa. Lo hago para limpiar mi conciencia, porque sé que Lola se sintió aun peor ayer cuando le dije que debería ser más adulta y que todos sabiamos como acabaría su "Pasión Turca", ... No llego a comprender como dejé que salieran esas palabras de mi boca.

domingo, 18 de octubre de 2009

Dos

Vuelvo a la cama, pero no puedo dormir ... Ayer fuí demasiado dura c Lola, y yo odio que hagan eso conmigo. No sé que me pasó. ¿Cómo pude ponerme en plan madre? Debería ir a su casa con una botellita de Ron Miel, ayudarle con las cajas y pedir pizza. Aunque lo que realmente necesita es otra cosa ... ¿No venderán corazones nuevos los domingos? Tantas promociones y a ninguno se le ocurre la "Oferta Corazón": Si se te rompe el sábado, uno nuevo con tu ejemplar del periódico _____ Cada domingo en tu quiosco por solo 0,80 más.



............



Puerta que se abre estrepitosamente al final del pasillo.



GILIPOLLAS!!!!!!!!!



GOOOOOOOOOOOOOORDA.





Ya la hemos liado.



Ahora sí que no me volveré a dormir.



Mis hijos sólo se llevan bien cuando hacen frente común para convencerme de algo.



Arriba.



Mejor. Así me dará tiempo a poner la lavadora, dejar a los niños en casa de mis exsuegros (en la otra punta de Madrid y con claro peligro de que me hagan un placaje y me vea obligada a mantener una pesada charla de trabajo en domingo), tomar algo con Pau e ir a casa de Lola antes de la una y media.

Horarios estimados, por supuesto ...

domingo, 13 de septiembre de 2009

Uno

Taquicardia.



Oscuridad.


Y por más que lo intento, no consigo encontrar la luz de mi despertador, lo cual es curioso, ... porque siempre que intento silenciarlo es lo primero (y lo segundo, y lo tercero, ...) que pulso ... pero estoy acostumbrada a que las cosas desaparezcan cuando las buscas.


Ya.


Mierda.


Las 9,30.


Me he dormido, llego tarde.


Muy tarde.


Salto de la cama sin encender la luz y mi pie derecho pasa junto a la pata de esta, aunque no completamente. Pasa sólo una parte, el dedo meñique se queda empotrado en ella. Y justo ahora, en este instante (creo que el dolor ha despertado mi consciencia) me doy cuenta de que es domingo.

Empezamos ...