jueves, 29 de diciembre de 2011

TREINTA Y OCHO

No me gusta desayunar delante de la pantalla del ordenador, sin embargo, en épocas como esta, no tenía más remedio. Mil trámites por completar, formularios, registros, visitas a locales, ... Sasa protestaba y decía constantemente que me iban a quitar el carnet de madre, aunque con media sonrisa.

Esa mañana, encontré un email de Oli. ¿Insomnio embarazada? No existe. Lo abrí.



Había estado hablando con "El Suizo" después de acostar a los niños, exponiéndole nuestro proyecto y escuchando sus ideas y consejos. Extrañamente, no se había mantenido al margen y había defendido que Oli se involucrase totalmente en Blonde Concept. La agencia había estado bien por unos años, pero ambos sabían que no tenía proyección en ella. Casada, con dos hijos y embarazada del tercero. No era el perfil básico que puede viajar constantemente y asistir a cenas y fiestas, casi diariamente. Y era allí donde se desarrollaba gran parte de su trabajo. No era culpa suya, ni de la agencia, simplemente caminos divergentes.



Ahora sí empezaba Blonde Concept.

TREINTA Y SIETE

- ¿Lo dijo en serio?

- No lo sé, yo estoy dispuesta a ayudar en lo que pueda, pero continúo en la agencia.

- A mi me encantó la idea.

- Hola, Matilde, estábamos hablando de ti. Ven a casa, está Lola.



Y cuando llegué, entre Lola y yo, convencimos a Olivia de que no era la última siempre en enterarse de todo, de que Paulina no la dejaba nunca de lado, de que no la considerábamos una rubia tonta y mimada, de que contábamos con ella, y de que casi todas las tonterías que estaba diciendo eran consecuencia de las hormonas ...



Ya riéndose, hablamos de lo tortuosa y divertida que llega a ser la vida, al mismo tiempo. De que siempre nos están pasando cosas inverosímiles y que no sabemos a que lado se encuentran, la comedia o la tragedia. Hablamos de la forma que tenemos de afrontarlo, de la experiencia, de la seriedad de la insensatez, de que siempre tenemos otro concepto de todo, ... Que la realidad supera a la ficción, incluso en la torpeza. Que cada una tiene sus escudos y los utiliza. Y decidimos, sin querer y sin pensar demasiado, que sólo podía llamarse Blonde Concept.

TREINTA Y SEIS



Sentada en el suelo, mirándome mientras me calentaba las manos con una taza de té, Pau empezó a contarme como había decidido, después de dos semanas en el infierno, dejar su trabajo.

La ruptura con Iván, las horas interminables, la disponibilidad absoluta, ... Cómo, un día, de pronto empezó a darse cuenta de todo. Estaba en una relación que no la llenaba (en ese momento, ahora sentía auténtico asco), tenía un trabajo que no le permitía tomar decisiones sobre su vida (más allá de donde iba a comprar la cena precocinada), y una cosa llevó a la otra. Cuando dejó a Iván, pensó contárnoslo pero se complicó y cada vez se sentía más incapaz de hablar del tema. Lola lo sabía porque, una tarde, cansada de que hubiera ese abismo que intuíamos entre ellas, subió a su casa. Lola le confesó que nunca había entendido su forma de vivir pero la había respetado y, al contrario, no había sentido que Pau la correspondiese. Cuando regresó tras años en Turquía con Orham necesitaba a sus amigas más que nunca y, mientras Lola explicaba esto, Paulina rompió a llorar. Iván acababa de llamar y había llegado a amenazar a Pau, que llevaba días aguantando la presión a la que la sometía a diario en la oficina, ... Hablando con Lola, no tenía que presentarse como fuerte ni perfecta. De ahí en adelante, todo había cambiado entre ellas. Y todo había cambiado en Paulina.  Iban a cumplirse los quince días de preaviso en el banco la próxima semana y estaba pensando alquilar su piso e irse a pasar una temporada fuera.



Creo que el té se quedó helado en mis manos. Cuando conseguí moverme, lo dejé sobre la mesa y abracé a Paulina que se desembarazó de mi rápidamente murmurando que "ya había pasado todo" y "si no te importa, se lo cuentas tú a las demás porque no quiero tener que hablar de ello".

Lo sentía por lo mal que tuvo que pasarlo esos días, pero Iván siempre me pareció un trepa y un hortera, y su  trabajo, un entorno machista y explotador.



Acababa de ganar a mi asesora financiera.

TREINTA Y CINCO

Ciento ochenta y dos, ... o ¿eran ciento ochenta y tres?
Ciento ochenta y tres, ciento ochenta y cuatro, ciento ochenta y cinco, ciento ochenta y seis, ciento ochenta y siete, ...

Tengo un problema contando ovejas. Inicialmente va bien, pero enseguida empiezo a verlas saltar con gafas de sol, saludándome con una mano en la frente, con calentadores, coletas, los labios pintados, ... Cada una con un look, todos ellos disparatados,  y así no hay quien duerma!!!!!!!!!



Me levanto y caliento agua. Mientras espero, repaso la noche y, entre nebulosas oigo la voz de Lola insinuando que sabe algo de Paulina que todas deberíamos conocer. ¿Estará también embarazada? No, el otro día compró ropa ... ¿Habrá conseguido, por fin, un ascenso? Sí, seguro que es eso. Y yo la he estropeado la noticia. Tal y como he llegado a la cena, ella no podía decirlo. "A ti te van a echar, pero a mí me han ascendido"



Y, ahora, ¿que voy a hacer? En otra galería no me han a contratar. No soy antigua empleada, soy la exmujer de Javier. Pueden pensar que en cualquier momento volveré al redil familiar, o peor aun, que volveré llevándome a mis artistas. O que esto es sólo una estrategia para investigar, de acuerdo con mi suegro.



Y, ahora, ... ¿QUÉ VOY A HACER?

¿QUÉ VOY A HACER?
¿QUÉ VOY A HACER?
¿QUÉ VOY A HACER?
¿QUÉ VOY A HACER?
...


Sería genial si pudiéramos trabajar todas juntas. Entre las cuatro somos casi la representación de las mujeres de nuestra generación, todas distintas pero muy amigas. Con diferentes ideas y puntos de vista, inquietas, reales, ... Tendríamos que buscar un nombre, a ver ... Gallery ... Idea's Gallery, ... No. Nada de galerías. A ver, ... Art and Complements, ... No, nada con Art, es petulante. A ver, ...

TREINTA Y CUATRO

Al salir de la cena, ya están todas al corriente. Lo que iba a ser el anuncio sorpresa del embarazo de Olivia, se ha convertido en un montón de conjeturas alrededor de mi suegro.


- Oli, lo siento.


- Si estoy encantada!!!!! Esta vez, seguro que es niña!!!!!!


- No, ... Jajajajaja. No, no, no. Siento haber estropeado tu momento. Estabas esperando para decírnoslo y celebrarlo y he convertido la cena en un monográfico sobre la galería. Te juro que, si lo hubiera sabido, no habría entrado así en el restaurant. Hubiera esperado a las copas.


- Matilde, es el tercero. Quería que os enterarais todas a la vez, nada más.





Cerca de nuestras casas, en lo que era la papelería a la que acudíamos al salir del colegio, ahora hay un bar. Divertido, con música de los 80-90 y desde el que podemos volver a casa rodando. Es decir: perfecto para hoy.


Pedimos todas gin tonics excepto Oli que va a pasar unos meses a zumos. Y los pedimos varias veces ...


- No lo entiendo, nadie puede hacer tu trabajo - Paulina se muestra  muy solidaria con copas


- Nadie es insustituible - Yo me muestro muy humilde con copas


- Pero si, además, vives encima. Abres a cualquier hora cuando llega un camión, eres de absoluta confianza, te tomas el trabajo como  si fuera tuya la galería,  ... - Olivia se muestra muy coherente sin copas


- Pau, tú también debes decirnos algo, no??? Venga, cuéntaselo a todas. Uy, se me acaba de meter un culo en el ojo. Ahora vuelvo - Lola se muestra poco discreta con copas


- Paso. De verdad, habrá que empezar de nuevo. Puede ser el comienzo de algo bueno. ¿Por qué no hacemos algo todas juntas? Algo como ... Algo en lo que cada una podamos desarrollar un área. Una empresa de diseño y comunicación. No. Mejor. Una fábrica de ideas. Ya está!!!!! ¿Qué os parece empezar con colecciones de cosas bonitas para usar todos los días? Camisetas, bolsos, anillos, ... Y que tengan algo especial, que sean parte de nosotras - Me di cuenta de que ninguna me estaba escuchando.

TREINTA Y TRES

Estoy llegando al restaurant y suena el teléfono. Miro el reloj mientras automáticamente busco una excusa ... Pero no llego tarde!!!!! Y no son las chicas, es Frank.



- Amore!!!!!!! ¿Qué haces? 


- Estoy a punto de entrar a cenar con mis amigas, tenemos akelarre. ¿Quieres venir?


- No puedo, estoy en la presentación - Lo olvidé, Frank tenía hoy la presentación del libro de uno de esos ex que tanto le duele ver y de los que es incapaz de desvincularse, y no le he dado ánimos. Ha debido llamar para recriminármelo - He salido al hall a hablar contigo.


- ¿Estás bien? Ya sabes lo que pienso sobre esa manía tuya de autoflagelarte ... Vete de allí


- Matilde, cielo, estoy perfectamente


- ¿Por qué susurras entonces?


- ¿Has tenido algún problema con Javier últimamente?


- Ninguno y todos. Lo de siempre.


Frank me corta. Llevamos toda la conversación cortándonos el uno al otro.


- Javier padre.


- No.


- Curioso. Acabo de oírle mientras hablaba por teléfono.


- ¿Y?


- Y ... Me ha parecido que citaba a alguien para una entrevista de trabajo ... ¿Va a abrir otra galería?


- No, no, no, ... Será para la mía.


- ¿Para cubrir tu trabajo?


- Eh, eh, ... Eh, ¿Frank, estás seguro?


- Tenemos que hablar. Hoy pásalo bien. Mañana te veo.


- Sí, fenomenal. Lo voy a pasar genial!!!!!!! Frank, no me dejes así. ¿Qué ha pasado? ¿Qué has oído? Por favor Frank.


Y empieza a narrarme lo que más adelante me parecerá una afortunada coincidencia, pero ahora mismo es una desafortunada pesadilla. Estoy, prácticamente, en la calle.